PETER ROGERSON
(INGLATERRA) - 1979
En trabajos anteriores he sugerido que las historias populares sobre tráfico de esclavos blancos deben ser examinadas a la luz de sus similitudes con los modernos relatos de abducciones alienígenas (1). Hasta ahora, ningún investigador me ha hecho caso. Sin embargo, en el libro "Voodoo in Haiti" (2), del antropólogo Alfred Metraux, descubrí alguna información interesante que puede relacionarse con las creencias en abducciones.
En un período indeterminado, probablemente en la década del cuarenta, una crisis de pánico atacó al campesinado haitiano, debido a que se decía que un vehículo motorizado estaba raptando personas. En la capital del país, Puerto Príncipe, el móvil era conocido como "auto-tigre"; en Marbial, donde Metraux realizó su trabajo de campo, se le llamó "motor-zobop", un vehículo supuestamente manejado por los zobop, miembros de una sociedad secreta de hechiceros que tienen muchas de las características de las tradicionales brujas. Este auto tenía vigas azules en sus faros.
Una persona de dice haber sido víctima de un rapto fue el herbólogo Divoine Joseph, quien salió de su casa un domingo en la noche, a pesar del mal agüero que significaba su mala suerte en la pelea de gallos del día y haber aplastado su pie izquierdo con una piedra. Cuando se acercaba a la casa de un paciente, sintió una repentina ansiedad, pero no fue hasta que iba camino a una ceremonia que estaba conduciendo cuando…
No lejos de La Gosseline fui cegado por una luz blanca. El miedo me hizo perder la conciencia. Cuando volví estaba dentro de un auto rodeado de horribles personas enmascaradas. Tenía tanto miedo que lloré… mis captores me ofrecieron dinero para que mantuviera la boca cerrada y jamás contara lo que me había sucedido. El vehículo se detuvo y me hicieron bajar. Dormí en mi cama; le pregunté a mi esposa si había encontrado algo de dinero en mi ropa. Ella me dijo "te comportaste como un lunático, amenazaste a medio mundo, pero no tenías un centavo". En la tarde tuve terribles alucinaciones y divagué… Repetí incesantemente "me tienen, me tienen". Me curé gracias a la atención de un hangan (sacerdote vudú).
Cuando Metraux conversó con Divoine, el hombre todavía se mostraba extremadamente agitado, gesticulaba mucho y se golpeaba el pecho repetidamente. Se reía y enfurecía sin ninguna razón. Divoine creía que su escape se debió al hecho de que, por ser él un vudú, estaba bajo la protección de un loa, o un espíritu vudú.
Un sacerdote vudú también fue capturado por los motor-zobop, cuyos ocupantes lo pusieron de inmediato en un ataúd, antes de que fuera poseído por su loa protector, el dios Brise, y así aseguraron su trabajo (3).
El lector perceptivo se percatará de los notorios paralelos con las modernas historias ufológicas: la luz, la parálisis, el absurdo comportamiento de los raptores, la captura en un lugar remoto, y los posteriores efectos psicológicos. Las similitudes con las creencias en los raptos de hadas son: los tabúes, la ominosa mala suerte, la naturaleza peligrosa de los paseos. Los rumores de gansters que manejan autos fantásticos parecen conectarse con los pánicos europeos acerca del tráfico de esclavos blancos.
Estamos siendo testigos de un proceso de secularización de las creencias tradicionales en un período de cambio social, en el cual el vehículo motorizado, el automóvil, ha asumido muchos de los atributos de la máquina diabólica que más tarde serán adscritos a los OVNIs.
En el caso de que cualquiera desee deshacerse de estas creencias atribuyéndolas a una suerte de fe retrógrada que sólo podría germinar en ambientes pobres y supersticiosos como Haití, me permito mencionarles que en la década del 30, el pánico social se apoderó de Gran Bretaña en forma de vehículos fantasmas (4, 5)
Pueden discernirse otras semejanzas entre las creencias tradicionales de Haití y el moderno folklore ufológico. El conocido loup-garou (hombre lobo vampiro) viaja por el cielo, dejando un trazo luminoso que se parece al de los cometas y que es conocido como "racimo de hombre lobo". Los días favorables para el loup-garou y sus excursiones nocturnas son los 7, 13 y 17 de cada mes (ufólogos adictos a las estadísticas, ¡tomen nota!) (6).
Las epifanías del folklore vuduiísta tienen más que una simple similitud con las historias de contactos con OVNIs. Un día la sacerdotisa Lorgina y su marido estaban pescando y su bote fue topado por otro bote, cuyo capitán era un apuesto mulato de ojos verdes. Aunque la tripulación y el marido quedaron aterrorizados, Lorgina reconoció la figura como el dios Agire, que les deseó una buena jornada antes de desvanecerse (7).
Las creencias haitianas se mimetizan con el medio social y físico, y se transforman dentro de los cambios sufridos por ese medio ambiente. Por lo visto, no sería descabellado esperar que transformaciones similares tengan lugar en las creencias ufológicas de occidente.
REFERENCIAS
(1) Rogerson, Peter. "Contribution to Ten Years On" , MUFOB New Series, 10.
(2) Metraux, Alfred. "Voodoo in Haiti", Deutsch, 1959
(3) Ibid., 297-8
(4) Bardens, Dennis. "Ghosts and Hauntings", Zeus, 1965
(5) O'Donnell, Eliott. "Haunted Britain", Consul, 1963
(6) Metraux, op. cit., 302.
(7) Ibid., 142
Publicado originalmente en el "MUFOB New Series" Nº 15, verano de 1979. Traducido por Diego Zúñiga.
COMENTARIO DEL AUTOR
Muy pocas cosas pueden decirse acerca de este viejo artículo, una especie de eslabón perdido entre las creencias tradicionales y el moderno "UFOlore". Quizás evidencie que el tradicional lore puede modernizarse sin pasar por una fase de ciencia-ficción, en la cual los motivos tradicionales son puestos en un marco modernista en un contexto estrictamente ficcional.
Peter Rogerson, 1999
TEXTO ORIGINAL DE:
http://www.lanavedeloslocos.cl/nave21/haitiano.html
(INGLATERRA) - 1979
En trabajos anteriores he sugerido que las historias populares sobre tráfico de esclavos blancos deben ser examinadas a la luz de sus similitudes con los modernos relatos de abducciones alienígenas (1). Hasta ahora, ningún investigador me ha hecho caso. Sin embargo, en el libro "Voodoo in Haiti" (2), del antropólogo Alfred Metraux, descubrí alguna información interesante que puede relacionarse con las creencias en abducciones.
En un período indeterminado, probablemente en la década del cuarenta, una crisis de pánico atacó al campesinado haitiano, debido a que se decía que un vehículo motorizado estaba raptando personas. En la capital del país, Puerto Príncipe, el móvil era conocido como "auto-tigre"; en Marbial, donde Metraux realizó su trabajo de campo, se le llamó "motor-zobop", un vehículo supuestamente manejado por los zobop, miembros de una sociedad secreta de hechiceros que tienen muchas de las características de las tradicionales brujas. Este auto tenía vigas azules en sus faros.
Una persona de dice haber sido víctima de un rapto fue el herbólogo Divoine Joseph, quien salió de su casa un domingo en la noche, a pesar del mal agüero que significaba su mala suerte en la pelea de gallos del día y haber aplastado su pie izquierdo con una piedra. Cuando se acercaba a la casa de un paciente, sintió una repentina ansiedad, pero no fue hasta que iba camino a una ceremonia que estaba conduciendo cuando…
No lejos de La Gosseline fui cegado por una luz blanca. El miedo me hizo perder la conciencia. Cuando volví estaba dentro de un auto rodeado de horribles personas enmascaradas. Tenía tanto miedo que lloré… mis captores me ofrecieron dinero para que mantuviera la boca cerrada y jamás contara lo que me había sucedido. El vehículo se detuvo y me hicieron bajar. Dormí en mi cama; le pregunté a mi esposa si había encontrado algo de dinero en mi ropa. Ella me dijo "te comportaste como un lunático, amenazaste a medio mundo, pero no tenías un centavo". En la tarde tuve terribles alucinaciones y divagué… Repetí incesantemente "me tienen, me tienen". Me curé gracias a la atención de un hangan (sacerdote vudú).
Cuando Metraux conversó con Divoine, el hombre todavía se mostraba extremadamente agitado, gesticulaba mucho y se golpeaba el pecho repetidamente. Se reía y enfurecía sin ninguna razón. Divoine creía que su escape se debió al hecho de que, por ser él un vudú, estaba bajo la protección de un loa, o un espíritu vudú.
Un sacerdote vudú también fue capturado por los motor-zobop, cuyos ocupantes lo pusieron de inmediato en un ataúd, antes de que fuera poseído por su loa protector, el dios Brise, y así aseguraron su trabajo (3).
El lector perceptivo se percatará de los notorios paralelos con las modernas historias ufológicas: la luz, la parálisis, el absurdo comportamiento de los raptores, la captura en un lugar remoto, y los posteriores efectos psicológicos. Las similitudes con las creencias en los raptos de hadas son: los tabúes, la ominosa mala suerte, la naturaleza peligrosa de los paseos. Los rumores de gansters que manejan autos fantásticos parecen conectarse con los pánicos europeos acerca del tráfico de esclavos blancos.
Estamos siendo testigos de un proceso de secularización de las creencias tradicionales en un período de cambio social, en el cual el vehículo motorizado, el automóvil, ha asumido muchos de los atributos de la máquina diabólica que más tarde serán adscritos a los OVNIs.
En el caso de que cualquiera desee deshacerse de estas creencias atribuyéndolas a una suerte de fe retrógrada que sólo podría germinar en ambientes pobres y supersticiosos como Haití, me permito mencionarles que en la década del 30, el pánico social se apoderó de Gran Bretaña en forma de vehículos fantasmas (4, 5)
Pueden discernirse otras semejanzas entre las creencias tradicionales de Haití y el moderno folklore ufológico. El conocido loup-garou (hombre lobo vampiro) viaja por el cielo, dejando un trazo luminoso que se parece al de los cometas y que es conocido como "racimo de hombre lobo". Los días favorables para el loup-garou y sus excursiones nocturnas son los 7, 13 y 17 de cada mes (ufólogos adictos a las estadísticas, ¡tomen nota!) (6).
Las epifanías del folklore vuduiísta tienen más que una simple similitud con las historias de contactos con OVNIs. Un día la sacerdotisa Lorgina y su marido estaban pescando y su bote fue topado por otro bote, cuyo capitán era un apuesto mulato de ojos verdes. Aunque la tripulación y el marido quedaron aterrorizados, Lorgina reconoció la figura como el dios Agire, que les deseó una buena jornada antes de desvanecerse (7).
Las creencias haitianas se mimetizan con el medio social y físico, y se transforman dentro de los cambios sufridos por ese medio ambiente. Por lo visto, no sería descabellado esperar que transformaciones similares tengan lugar en las creencias ufológicas de occidente.
REFERENCIAS
(1) Rogerson, Peter. "Contribution to Ten Years On" , MUFOB New Series, 10.
(2) Metraux, Alfred. "Voodoo in Haiti", Deutsch, 1959
(3) Ibid., 297-8
(4) Bardens, Dennis. "Ghosts and Hauntings", Zeus, 1965
(5) O'Donnell, Eliott. "Haunted Britain", Consul, 1963
(6) Metraux, op. cit., 302.
(7) Ibid., 142
Publicado originalmente en el "MUFOB New Series" Nº 15, verano de 1979. Traducido por Diego Zúñiga.
COMENTARIO DEL AUTOR
Muy pocas cosas pueden decirse acerca de este viejo artículo, una especie de eslabón perdido entre las creencias tradicionales y el moderno "UFOlore". Quizás evidencie que el tradicional lore puede modernizarse sin pasar por una fase de ciencia-ficción, en la cual los motivos tradicionales son puestos en un marco modernista en un contexto estrictamente ficcional.
Peter Rogerson, 1999
TEXTO ORIGINAL DE:
http://www.lanavedeloslocos.cl/nave21/haitiano.html
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